Un día, hace cinco o seis años, hice un placard, buscando ropa para vestirse. La idéa me gustó, y la guardé, con la esperanza de poder desarrollarla más adelante. Al tiempo, mientras bocetaba una de mis pinturas suburbanas, me acordé del dibujito, y lo pinté. Me gustó, pero sobre todo me atrajo la serie de posibilidades que entreví, que el tema me ofrecía.Así que, cada tres o cuatro meses me dedicaba una semana a pintar las distintas imágenes de mujeres dudando a la hora de vestirse, que había estado dibujando, de manera lateral al resto de mis pinturas, en ese tiempo.A veces siento que un pintor no tiene demasiados temas que pintar. Siento que una mujer vistiendose es uno de los temas posibles. Siento que es inacabable, infinito.Mientras hacía estas pinturas, siempre sentí cerca a Utamaro, a Degás, al artista anónimo que dibujó, en un papiro de la XX dinastía egipcia, a una mujer pintándose, a los artistas que decoraron el palacio de Knossos, y dibujito de una mujer frente a un las casas de la isla de Thera.Quiero agradecerle a Roger Haloua, quien, sin haber visto estas pinturas, las creyó dignas de ser mostradas en el Centro Cultural Borges.Mariano Sapia. Marzo 2010 Un día, hace cinco o seis años, hice un dibujito de una mujer frente a un placard, buscando ropoa para vestirse. La idéa me gustó, y la guardé, con la esperanza de poder desarrollarla más adelante. Al tiempo, mientras bocetaba una de mis pinturas suburbanas, me acordé del dibujito, y lo pinté. Me gustó, pero sobre todo me atrajo la serie de posibilidades que entreví, que el tema me ofrecía.Así que, cada tres o cuatro meses me dedicaba una semana a pintar las distintas imágenes de mujeres dudando a la hora de vestirse, que había estado dibujando, de manera lateral al resto de mis pinturas, en ese tiempo.A veces siento que un pintor no tiene demasiados temas que pintar. Siento que una mujer vistiendose es uno de los temas posibles. Siento que es inacabable, infinito.Mientras hacía estas pinturas, siempre sentí cerca a Utamaro, a Degás, al artista anónimo que dibujó, en un papiro de la XX dinastía egipcia, a una mujer pintándose, a los artistas que decoraron el palacio de Knossos, y las casas de la isla de Thera.Quiero agradecerle a Roger Haloua, quien, sin haber visto estas pinturas, las creyó dignas de ser mostradas en el Centro Cultural Borges.Mariano Sapia. Marzo 2010







martes, 23 de marzo de 2010

EL TALLER Y EL VIAJE


































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